El ambientalista Mario Morales destaca que las empresas comienzan a desarrollar sus estrategias de sostenibilidad a partir del hecho de que el agua es básica para producir bienes o servicios o para el funcionamiento mínimo de las sociedades.
Mario Morales, CEO de Water Co., considera que los entes privados que han abordado el tema de sostenibilidad han entendido su rol de frente a la explotación de recursos como el agua.
“Los privados han entrado en una visión de sostenibilidad donde migraron de una visión de rentabilidad a una de sentirse parte de un territorio, en la que el tema de reputación es importante”, matizó.
El ambientalista destaca que las empresas comienzan a desarrollar sus estrategias de sostenibilidad a partir del hecho de que el agua es básica para producir bienes o servicios o para el funcionamiento mínimo de las sociedades.
“Esa conciencia les ha llevado a ver que el tema hídrico debe seguir subiendo”, destacó.
Este cambio está impulsando la transición de una economía verde a una azul que tiene como foco principal la conservación y protección del agua.
“Los que hablan del agua en la región siempre hablan de ‘lo verde’, del ambiente, pero su era está terminando y comenzando la era de lo azul por que el agua comienza a tener identidad y las finanzas y estrategias azules y sellos azules es lo que necesita la región”, apuntó.
Carlos Aguilar, de Azure, añade que como en todos los países del mundo, el sector agrícola es el principal consumidor del recurso hídrico.
Destaca que en países como El Salvador el rubro tiene una gran oportunidad para reducir las pérdidas tanto en la conducción de agua de riego en los canales abiertos como en los sistemas de riego.
“Cuando se pueden tecnificar se puede reducir mucho ese uso del recurso hídrico”, dijo.
Agregó que a nivel industrial también hay muchos procesos que no requieren agua fresca, que pueden perfectamente operar con agua tratada.
“Esa es también una oportunidad para que en lugar de usar agua limpia se puede usar agua tratada proveniente de plantas ”, valoró.
Water Co. trabaja en ese sentido desde 2013. La empresa surgió con el objetivo de contribuir al bienestar de millones de personas a través del conocimiento en agua.
La firma es socia de CentraRSE y es pionera en ofrecer un producto que sigue las tendencias corporativas globales en sostenibilidad para enfatizar cada vez más una connotación azul.
Morales destaca que la adaptación al cambio climático debe obedecer a esa variabilidad y que eso se logra con infraestructura y soluciones basadas en las cuencas, pero también con infraestructura gris, que incluyen bordas, gaviones, espigones, obras hidráulicas, presas y embalses para almacenar agua que después sirve para riego.
“Esa parte tiene muchos retos, mucha inversión pública y privada, comenzar a ver cómo lo hacen en las cuencas en el mediterráneo que han optimizado el uso de agua en zonas secas haciendo uso de aguas superficiales y subterráneas”, afirmó.
John McCormak, director del Instituto de Acción Climática de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), añade que para que una empresa típicamente mediana o grande tenga que invertir desde medio millón a un millón de dólares –inicialmente– para tener un sistema de tratamiento eficiente con reutilización de agua, eso quiere decir que la inversión proyectada ya no solo se trata de mercadeo o “greenwashing”, sino que han visto una necesidad de estar a la altura de un estándar.
“Tenemos a bastantes empresas que incluso han ido un paso más adelante ya se han certificado con la ISO 14001, diferentes certificaciones internacionales para los procesos de eficiencia en las operaciones”, finalizó.
Fuente:Revistaeyn