Consultor en innovación, estrategia y comunicación, Pilo Martín es mentor de discurso ante inversores (elevator pitch) en Incubazul, en lo que tiene una experiencia de más quince años, en el marco de su trayectoria en el sector de la comunicación.
Opina que “ser del barrio de Santa María de Cádiz y tener experiencia con el emprendimiento social me ha llevado, de forma natural, a la economía azul”, y también cree que entre los grandes retos están “hacer populares términos como economía azul y emprendimiento social”.
Tiene una visión muy personal del emprendimiento, pues “un emprendedor es un científico que no solo se juega su dinero, se lo juega todo. Su idea es su experimento, juega en la incertidumbre, pero mucho más expuesto” y da un enorme peso a la gestión emocional y el liderazgo “que son claves a la hora de montar un buen equipo”.
Y concluye que “hay que ser genial para sobrevivir en el mercado. Y para eso necesitas responder muchas preguntas difíciles”.
Pilo Martín responde el cuestionario de Incubazul.
¿Qué experiencia tienes con el emprendimiento? ¿Y con la economía azul?
Creo que tenemos que distinguir. Recuerdo perfectamente mi primera experiencia con las ventas. Fui scout poco tiempo, pero me tocó vender papeletas para pagar parte de un campamento. Aquello fue un paripé con el que me autocontenté y en realidad no vendí nada ni aprendí a vender, todas me las compraron familiares. Y aunque parezca lejano, ese paripé lo seguimos haciendo cuando empezamos a emprender para convencernos de que nuestra idea tiene valor.
Es curiosa la pregunta ¿cuándo empezaste a emprender? Emprender es cambiar una excursión que me parecía un tostón, montar un festival de navidad, ser delegado de clase o crear un periódico para un concurso. Y todo eso se hace en el colegio.
Creo que todos tenemos momentos emprendedores en los que retamos a la realidad para mejorarla: en el trabajo, en casa, en tu familia…
Otra cosa es hacer de emprender tu medio de vida. Y esto no tiene nada que ver con el dinero. Conozco emprendedores asalariados, en ongs, en política, y por supuesto, en sus propias empresas o startups.
Para cuando llegué a la universidad, era emprendedor sin saberlo. Me inquietaba más montar el club de debate que microeconomía o derecho romano. No es una crítica facilonga de gurú con seguidores en instagram a la universidad, a la que le debo muchísimo. Es que necesitaba en mi día a día analizar problemas, encontrar soluciones, probar, iterar…
Cuando acabé mi mandato en el consejo de gobierno y consejo social de la universidad como representante de los estudiantes, monté mi primera empresa, sin haber acabado de estudiar.
¿Y con la economía azul?
Igual que no supe que era emprendedor hasta años después de serlo, no supe que era emprendedor social hasta mucho más tarde.
Una cosa es ser empresario o comerciante y otra emprendedor. Se puede ser ambas, aunque es dificilísimo.
Y dentro del emprendimiento, un pequeño matiz diferencia a un emprendedor social. Creo que un buen emprendedor debe estar centrado en conseguir impacto. Cuanto más fácil seas capaz de hacer la vida a los demás, mejor emprendedor eres. Un emprendedor social centra su impacto en el ámbito social, produciendo un cambio sistémico que resuelve un problema. Y además, lo hace de forma sostenible económicamente.
Ser de Cádiz y tener experiencia con el emprendimiento social me llevan, de forma natural, a la economía azul, aunque mi experiencia esté más ligada a la innovación y la educación.
Creo que uno de los retos que tenemos por delante es hacer populares términos como economía azul y emprendimiento social si queremos resolver desafíos cruciales que como sociedad tenemos por delante.
¿Cuáles son tus áreas de especialización?
Por mi experiencia, la estrategia, creatividad e innovación, y comunicación persuasiva. Dentro de la comunicación llevo más de 15 años entrenando discursos ante inversores (elevator pitch).
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las personas emprendedoras en economía sostenible en general y en economía azul, en particular?
Se pone mucho foco en tener una buena idea y en determinadas habilidades, pero creo que la gestión emocional y el liderazgo a la hora de montar un buen equipo son claves.
Un emprendedor es un científico que no solo se juega su dinero, se lo juega todo. Su idea es su experimento. Juega en la incertidumbre, pero mucho más expuesto. Conozco científicos que llevan 30 años sin obtener resultados. No hay un solo cuchicheo a su alrededor. ¿Cuánto tiempo tiene de margen un emprendedor? Los cuchicheos son las dudas de tu familia, tus amigos haciendo otros planes y ganando dinero, un inversor pidiendo resultados y sobre todo, tú mismo dudando. Un emprendedor no tiene margen. Levantarse a trabajar no es duro. Es duro levantarse después de tres noes seguidos y tener la cabeza fría de por qué si o por qué no, tomar decisiones y seguir en la brecha.
¿Qué supone ser persona mentora en Incubazul?
Orgullo de ver crecer a los incubados y una responsabilidad enorme para con ellos. La comunidad que se está formando es alucinante.
¿Qué crees que puedes aportar a las empresas incubadas?
Al final, no somos tan distintos. Cometemos los mismos errores, nos gustan las mismas cosas y hay cierta experiencia que puedes transferir. Qué funcionó antes y qué no. Y a partir de ahí, intentó hacer la pregunta obvia que no se ve cuando estás metido en el fregado y aportar un punto de vista diferente. Me gusta zarandear un poco a los emprendedores. Después, las decisiones son cosa suya.
¿Cómo acompañas a las startups durante el proceso de aceleración?
Dicen que soy un mentor duro. Hago preguntas que duelen y meto los dedos en la llaga. A mis mentorías no se viene a recibir palmaditas en la espalda. Valoro mucho el tiempo, mío y de los incubados, por eso soy muy directo. La confianza ha de ser total y se ha de tener madurez como para saber que estoy en tu barco, y que precisamente por eso pregunto las cosas que no te gustaría que te preguntase.
Ahí fuera el mundo es mucho más cruel y no va a remangarse contigo como lo hace un mentor. Ahí fuera simplemente te ignorarán o no te comprarán si no lo haces genial. Morir de irrelevancia.
Da igual lo duro que trabajes. ¿Cuándo compraste algo por qué había mucho trabajo detrás y muchas ilusiones puestas en ese producto? Sin embargo, ¿cómo de amable fuiste criticando con tus amigos, tu familia o en redes sociales un producto que te decepcionó?
Hay que ser genial para sobrevivir en el mercado. Y para eso necesitas responder muchas preguntas difíciles.
¿Animarías a los emprendedores a unirse a Incubazul? ¿Por qué?
Si son emprendedores de verdad, por supuesto. Si son emprendedores de pantomima, mejor que vayan a concursos universitarios y certámenes varios de canapé, risas y palmaditas. Sin acritud, la gente lo pasa bien como quiere.
Pero si quieres sacar adelante una idea, convertirla en un proyecto y crecer con un equipo, mejor hacerlo en compañía y con ayuda.
Formar parte de una comunidad de emprendedores que están pasando por lo mismo que tú es diferencial.
Y contar con un equipo a tu disposición de la aceleradora que intenta quitarte obstáculos de tu camino a todas horas, un cuerpo de mentores que se implica contigo y dos socios ideales promotores del proyecto, Zona Franca y Telefónica, que creen en la economía azul, en Incubazul, y en tu proyecto es una oportunidad perfecta, de esas tan bonitas que te hacen dudar.
No hay dudas. Ni trampa, ni cartón. Hay esfuerzo compartido y creer que necesitamos como sociedad a gente se deje la piel en cambiar las cosas a mejor.
Este Proyecto de Incubadora de Alta Tecnología para el fomento de la innovación y la transferencia de la tecnología a las micropymes en el sector de la economía azul en Andalucía «[BlueEcoIncuba x Logistical]Tech = ZONA BASE – INCUBAZUL 2.0” está financiado en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional dentro del Programa Operativo Plurirregional de España FEDER 2014-2020 PO. «Una manera de hacer Europa” dentro del eje 3 : Mejorar la Competitividad de las PYMES, Objetivo Temático 3 Mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, y la prioridad de inversión 3ª Fomento del espíritu empresarial, en particular, facilitando la explotación económica de nuevas ideas, y promoviendo la creación de nuevas empresas, también mediante viveros”.