«Cada vez hay mayor demanda de productos innovadores, respetuosos y sostenibles»
La curtición es una actividad que se viene desarrollando desde tiempos inmemoriales como una técnica de producción de artículos para cubrirnos y protegernos de las inclemencias del tiempo. Unos procedimientos que no han cambiado tanto su forma, pero sí en cuanto a su equipamiento, pues se necesita la transferencia de conocimiento y encontrar así nuevas técnicas y maneras de curtir la piel.
Es parte del trabajo de Skintunafish, que busca apoyos para seguir investigando. Luisa Fernanda Donoso Jiménez (Bogotá, Colombia, 1977) es su promotora. De padre español y con doble nacionalidad, cursó su carrera de Publicidad en la Universidad Complutense de Madrid, y se trasladó a Cádiz donde empezó a trabajar en una agencia de publicidad.
El origen de la idea de Skintunafish surge en sus estudios posteriores de estilismo e indumentaria en la Escuela de Arte. Tenía que hacer un proyecto final y aprovechó para desarrollar su idea de una colección de prendas elaboradas con piel de atún.
Se considera gaditana, “más bien guiritana” y pretende contar con la Universidad de Cádiz para su investigación.
Ha atendido a Incubazul y nos ha hablado de su interesante proyecto.
¿Cuál es tu rol dentro de la empresa?
Soy la promotora, emprendedora del proyecto.
¿En qué consiste vuestra propuesta de valor?
Se trata de aprovechar la piel de atún para crear un nuevo producto: cuero de atún. El proyecto pretende recuperar los residuos de la actividad pesquera del atún, procesarlos y convertirlos en una piel de alto valor, libre de cromo, hecha con curtición vegetal.
¿Cómo contribuye vuestra solución a la sostenibilidad de los recursos marinos?
Los residuos del atún rojo son infrautilizados por la industria alimentaria o agrícola, con esta propuesta queremos desarrollar un modelo de negocio complementario a la actividad pesquera, dando lugar a un subproducto que completaría el aprovechamiento óptimo de la captura de dicha especie.
¿Qué aspectos os diferencian de vuestra competencia?
La materia prima. La ubicación privilegiada para el desarrollo de la actividad y las sinergias que se pueden crear con las industrias del sector pesquero de la región.
Competencia con el mismo producto, de momento, creo que no voy a tener. Sí es verdad que en el mismo segmento hay otras pieles de pescado que ya se están comercializando, como pueden ser el salmón o la tilapia en diversos países de Europa. En España es muy incipiente el mercado de cuero de pescado.
Me hace competitiva, también, la ubicación estratégica para la captura del atún, pues el estrecho es ruta habitual del atún, y la industria pesquera aquí se ha consolidado con piscifactorías para el engorde del atún, por lo que tendría producto durante toto el año. Junto a ello, las condiciones climatológicas de Cádiz, que aceleran el secamiento de las pieles y por otra parte el hecho de trabajar piel de atún que, por su tamaño, mayor que el salmón la trucha o el bacalao, tiene mayor rendimiento por cada pieza.
Por último, la sinergia. La ubicación geográfica es estratégica también por la cercanía con Ubrique, un centro reconocido mundialmente por el trabajo en marroquinería, y es algo muy interesante desde el punto de vista productivo para las firmas de lujo. Pueden controlar el proceso productivo de una piel que está a poca distancia del centro de manufactoría de sus bolsos.
¿Cómo pensáis que ayuda la tecnología a potenciar vuestra solución?
Es fundamental pues para poder implementarla es necesaria la investigación técnica y científica para obtener resultados que sean viables para la actividad.
¿Habéis entrado en contacto con potenciales clientes?
Cuando desarrollé el plan de negocio hablé con profesionales de Ubrique y me confirmaron que es un producto que cada vez hay mayor demanda de productos innovadores, respetuosos y sostenibles, y hay más interés por pieles hechas con peces de reciclaje, lo que exige una redirección del mercado. Resulta interesante para los diseñadores pequeños y para grandes marcas como piezas singulares.
Atendiendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la moda necesita ese cambio de redirigir la industria hacia lo sostenible y ecológico y dejar de ser tan contaminante. Y la piel de pescado permite el cambio de piel exótica de reptil (con crianza específica de serpientes o cocodrilos para conseguir la piel), hacia una actividad como la nuestra que persigue transformar el desperdicio.
¿Cómo conocisteis el programa de aceleración Incubazul?
A través de las noticias y por Linkedin.
¿Cómo está siendo vuestra experiencia en la aceleradora?
Por ahora muy positiva. Llevamos poco tiempo, pero ya puedo hablar de una experiencia gratificante con mis dos mentores, María Gálvez y Faustino Valdés , de economía azul y finanzas, respectivamente. Poder obtener ese feedback de dos expertos de dos campos tan distintos y crear muchísimas expectativas.
¿Qué le diríais a otros emprendedores que quieran lanzar su proyecto basado en economía azul?
Que tengan paciencia y constancia. Que si creen en la idea sigan en ella, que la trabajen y que hagan oídos sordos a críticas que no aporten y seguir avanzando. Yo he escuchado de todo y sigo, desde 2018, con mi idea hacia adelante, y veo que tiene mucha viabilidad. Para mi es vital estar en lncubazul.
Este Proyecto de Incubadora de Alta Tecnología para el fomento de la innovación y la transferencia de la tecnología a las micropymes en el sector de la economía azul en Andalucía «[BlueEcoIncuba x Logistical]Tech = ZONA BASE – INCUBAZUL 2.0” está financiado en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional dentro del Programa Operativo Plurirregional de España FEDER 2014-2020 PO. «Una manera de hacer Europa” dentro del eje 3 : Mejorar la Competitividad de las PYMES, Objetivo Temático 3 Mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, y la prioridad de inversión 3ª Fomento del espíritu empresarial, en particular, facilitando la explotación económica de nuevas ideas, y promoviendo la creación de nuevas empresas, también mediante viveros”.